Dicen que hablando se entiende la gente, y de un tiempo a esta parte, Javi, Marta y yo empecemos a darnos cuenta que cada uno desde una disciplina, empezábamos a tratar puntos muy relacionados entre sí, y que los avances que cada uno había estado haciendo por su cuenta y riesgo, avanzaban en la misma dirección. Empezamos a analizar políticas urbanísticas y culturales actuales, que entendemos dirigidas a la progresiva desnaturalización de los estados de convivencia, orientándolos según lógicas neoliberales. Desde la filosofía, la arquitectura y el arte, comenzamos a plantear procesos culturales de resistencia, basados en el enfrentamiento de micropolíticas frente al status quo imperante, y en respuestas concretas y concisas a los deseos/demandas de una comunidad. Empezábamos a descubrir la ciudad contemporánea como una cáscara, frente a la ciudad como contenedor.
En un plazo más inmediato, pretendemos generar un cuerpo de trabajo que indague en estas cuestiones a nivel práctico, pero sobre todo teórico. Aprender a ver y a escuchar, será lo que nos permita generar diálogos, así como respuestas concretas a problemáticas concretas, que orbiten en terrenos de funcionalidad y poética. De las pocas cosas que tenemos claras, es la necesidad de este tipo de enfrentamientos, cómo atestiguan infinidad de grupos de trabajo como TXP, Democracia, todos los CSA en activo, Taller de Casquería, El gato con moscas, Left Hand Rotation, y por lo general todo colectivo que trabaje temas relacionados a los mencionados, por la propia dinámica de trabajo basada en lo social, la discusión o el carácter multidisciplinar, tienden a ser una gran referencias.
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